Eliminar nuestras máscaras (cáscaras), un paso en nuestro trabajo espiritual

Los seres humanos nacemos tan inocentes, como una tabla rasa dirían algunos, y, sin embargo, a través de las sucesivas etapas de crecimiento nos vamos amoldando a un sistema que estaba antes de que viniéramos al mundo, un sistema que nos va encapsulando en costumbres y estilos de vidas ajenas a nuestro ser o mejor dicho a la esencia de la vida que al fin y al cabo es el único ser existente realmente, muchos le llaman a ese adiestramiento: CULTURA.
Cultura que nos va alejando de nuestra propia naturaleza básica que es ser uno con el todo. Durante este proceso de desnaturalización, los seres humanos vamos adquiriendo cáscaras o klipot, como las llama la Cabalá, que nos endurecen el corazón y nos nublan la mente y nuestra capacidad de conexión. Uno de los objetivos básicos de la corrección es ir eliminando esas corazas para dejar que el punto del corazón logre conectarse con esa energía universal llamada por muchas culturas como Dios. Pareciera que hoy, debido a todos los avances en filosofía del conocimiento y acceso a la información, esto sería una tarea fácil de lleva, pero la verdad es mucho más compleja, quitar esas klipot que hoy forman parte de nuestro sistema de vida y, porque no decirlo,  de nuestro propio ser no es tarea fácil, requiere un fuerte trabajo espiritual que nos ayude en esta empresa de sanación. Pero antes de iniciar este trabajo espiritual debemos asumir la posibilidad de un fracaso, solo al tener la humildad necesaria para ello podremos ir avanzando lentamente en la mejoría de nuestras almas, de nuestros cuerpos, de nuestra mente y de nuestros corazones.     
Sergio Angeloni

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